LA
COSMOVISIÓN DE RUPTURA Y EXPERIMENTACIÓN
Los
clásicos de la música argentina
Para comenzar con la unidad vamos a
analizar y debatir sobre estas letras clásicas de la música argentina del siglo
XX y debatir al respecto:
Jijiji
(Patricio Rey y sus
Redonditos de Ricota)
En este film velado
en blanca noche
El hijo tenaz de tu
enemigo
El muy verdugo cena
distinguido
Una noche de cristal
que se hace añicos.
No lo soñé
-¡ieee-eeeeh!
(Se enderezó y brindó
a tu suerte)
No lo soñé
-¡ieee-eeeeh!
Y se ofreció mejor
que nunca
¡No mires por favor!
y no prendas la luz...
La imagen te
desfiguró.
Este film da una
imagen exquisita
Esos Chicos son como
bombas pequeñitas
El peor camino a la
cueva del perico
Para tipos que no
duermen por la noche.
No lo soñé
-¡ieee-eeeeh!
Ibas corriendo a la
deriva
No lo soñé
-¡ieee-eeeeh!
Los ojos ciegos bien
abiertos.
¡No mires por favor!
y no prendas la luz...
La imagen te desfiguró.
El montaje final es
muy curioso,
Es en verdad
realmente entretenido
Vas en la oscura
multitud desprevenido
Tiranizando a quienes
te han querido.
No lo soñé
-¡ieee-eeeeh!
(se enderezó y brindó
a tu suerte)
No lo soñé
-¡ieee-eeeeh!
Y se ofreció mejor que
nunca
No lo soñé
-¡ieee-eeeeh!
Ibas corriendo a la
deriva
No lo soñé
-¡ieee-eeeeh!
Los ojos ciegos bien
abiertos.
¡no mires por favor!
y no prendas la luz...
La imagen te
desfiguró.
Olga sudorova...
Vodka de chernobil
¡Pobre la Olga!
¡crepó!
El oso
(Fito Paez)
Yo vivía en el bosque
muy contento,
caminaba, caminaba
sin cesar.
Las mañanas y las
tardes eran mías
a las noches me
tiraba a descansar.
Pero un día vino el
hombre con sus jaulas
me encerró y me llevo
a la ciudad.
En el circo me
enseñaron las piruetas
y yo así perdí mi
amada libertad.
-Confórmate me decía
un tigre viejo,
nunca el techo y la
comida han de faltar,
sólo exigen que
hagamos las piruetas
y a los niños podamos
alegrar.
En un pueblito
alejado
alguien no cerró el
candado.
Era una noche sin
luna
yo dejé la ciudad.
Ahora piso yo el
suelo de mi bosque,
otra vez el verde de
la libertad.
Estoy viejo pero las
tardes son mías
vuelvo al bosque,
estoy contento de verdad.
Imágenes paganas
(Virus)
Vengo agotado de cantar en la niebla.
por la autopista junto al mar hay
gitanos.
van celebrando un ritual ignorando.
Mis propios dioses ya no están,
espejismos
Un remolino mezcla
los besos y la ausencia.
imágenes paganas
se desnudarán en sueños.
En el espejo, reflejos viajeros.
Un apagón sentimental
la ruta pasa.
vuelve el deseo y la ansiedad
de este cuerpo
mi boca quiere pronunciar
el silencio.
Un remolino mezcla
los besos y la ausencia.
imagenes paganas
se desnudaran en sueños.
Los dinosaurios
(Charly García)
Los amigos del barrio pueden
desaparecer,
los cantores de radio pueden
desaparecer.
Los que están en los diarios pueden
desaparecer,
la persona que amas puede desaparecer.
Los que están en el aire
pueden desaparecer en el aire.
Los que están en la calle
pueden desaparecer en la calle.
Los amigos del barrio pueden
desaparecer,
pero los dinosaurios van a
desaparecer.
No estoy tranquilo, mi amor,
hoy es sábado a la noche un amigo está
en cana.
Oh, mi amor, desaparece el mundo.
Si los pesados, mi amor,
llevan todo ese montón
de equipaje en la mano.
Oh, mi amor, yo quiero estar liviano.
Cuando el mundo tira para abajo
es mejor no estar atado a nada,
imaginen a los dinosaurios
en la cama.
El revelde
(La renga)
Soy el que nunca aprendió
desde que nació
cómo debe vivir el humano
llegué tarde, el sistema ya estaba
enchufado
así funcionando.
Siempre que haya reunión
será mi opinión
la que en familia desate algún bardo
no puedo acotar, está siempre mal
la vida que amo.
Caminito al costado del mundo
por ahí he de andar
buscándome un rumbo
ser socio de esta sociedad me puede
matar.
Y me gusta el rock, el maldito rock
siempre me lleva el diablo, no tengo
religión
quizá éste no era mi lugar
pero tuve que nacer igual.
No me convence ningún tipo de política
ni el demócrata, ni el fascista
porque me tocó ser así
ni siquiera anarquista.
Yo veo todo al revés, no veo como
usted
yo no veo justicia, sólo miseria y
hambre
o será que soy yo que llevo la contra
como estandarte.
Perdonenme pero soy así soy, yo no sé
por qué
sé que hay otros también
es que alguien debía de serlo, que
prefiera la rebelión
a vivir padeciendo
En la ciudad de la furia
(Soda Estéreo)
Me verás volar
Por la ciudad de la furia
Donde nadie sabe de mí
Y yo soy parte de todos
Nada cambiará
Con un aviso de curva
En sus caras veo el temor
Ya no hay fábulas
En la ciudad de la furia
Me verás caer
Como un ave de presa
Me verás caer
Sobre terrazas desiertas
Te desnudaré
Por las calles azules
Me refugiaré
Antes que todos despierten
Me dejarás dormir al amanecer
Entre tus piernas
Entre tus piernas
Sabrás ocultarme bien y desaparecer
Entre la niebla
Entre la niebla
Un hombre alado extraña la tierra
Me verás volar
Por la ciudad de la furia
Donde nadie sabe de mí
Y yo soy parte de todos
Con la luz del sol
Se derriten mis alas
Solo encuentro en la oscuridad
Lo que me une con la ciudad de la
furia
Me verás caer
Como una flecha salvaje
Me verás caer
Entre vuelos fugaces
Buenos Aires se ve tan susceptible
Ese destino de furia es
Lo que en sus caras persiste
Me dejarás dormir al amanecer
Entre tus piernas
Entre tus piernas
Sabrás ocultarme bien y desaparecer
Entre la niebla
Entre la niebla
Un hombre alado prefiere la noche
Me verás volver
Me verás volver
A la ciudad de la furia
Loco
(Andrés Calamaro)
Voy a salir a caminar
solito
sentarme en un parque
a fumar un porrito
y mirar a las palomas
comer el pan que la gente les tira
Y reprimir el
instinto asesino delante de un mimo de un clown
hoy estoy down
violento, down radical
Pero tengo aprendido
el papel principal
Yo soy un Loco
que se dio cuenta
que el tiempo es muy
poco
Na na na na na, na na
na na na
A lo mejor resulta
mejor asì
Yo soy un Loco
que se dio cuenta
que el tiempo es muy
poco
Na na na na na, na na
na na na
Na na na na na, na na
na na na
A lo mejor resulta
mejor asì
El tiempo es muy
poco...
El tiempo es muy
poco...
Todo cambia
(Mercedes Sosa)
Cambia lo superficial
Cambia también lo
profundo
Cambia el modo de
pensar
Cambia todo en este
mundo
Cambia el clima con
los años
Cambia el pastor su
rebaño
Y así como todo
cambia
Que yo cambie no es
extraño
Cambia el más fino
brillante
De mano en mano su
brillo
Cambia el nido el
pajarillo
Cambia el sentir un
amante
Cambia el rumbo el
caminante
Aunque esto le cause
daño
Y así como todo
cambia
Que yo cambie no es
extraño
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia
Cambia el sol en su
carrera
Cuando la noche
subsiste
Cambia la planta y se
viste
De verde en la
primavera
Cambia el pelaje la
fiera
Cambia el cabello el
anciano
Y así como todo
cambia
Que yo cambie no es
extraño
Pero no cambia mi
amor
Por más lejos que me
encuentre
Ni el recuerdo ni el
dolor
De mi pueblo y de mi
gente
Lo que cambió ayer
Tendrá que cambiar mañana
Así como cambio yo
En esta tierra lejana
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia
Cambia, todo cambia
Pero no cambia mi
amor
Trabajamos
con rimas
Para eso vamos a leer poemas de Juana
de Ibarbourou, una poetisa uruguaya:
Millonarios
Juana de Ibarbourou
Tómame de la mano.
Vámonos a la lluvia
Descalzos y ligeros
de ropa, sin paraguas,
Con el cabello al
viento y el cuerpo a la caricia
Oblicua, refrescante
y menuda, del agua.
¡Que rían los
vecinos! Puesto que somos jóvenes
Y los dos nos amamos
y nos gusta la lluvia,
Vamos a ser felices
con el gozo sencillo
De un casal de
gorriones que en la vía se arrulla.
Más allá están los
campos y el camino de acacias
Y la quinta suntuosa
de aquel pobre señor
Millonario y obeso,
que con todos sus oros
No podría comprarnos
ni un gramo del tesoro
Inefable y supremo
que nos ha dado Dios:
Ser flexibles, ser
jóvenes, estar llenos de amor.
Las lenguas de diamante
Juana de Ibarbourou
Bajo la luna llena,
que es una oblea de cobre,
Vagamos taciturnos en
un éxtasis vago,
Como sombras delgadas
que se deslizan sobre
Las arenas de bronce
de la orilla del lago.
Silencio en nuestros
labios una rosa ha florido.
¡Oh, si a mi amante
vencen tentaciones de hablar!,
La corola, deshecha,
como un pájaro herido,
Caerá rompiendo el
suave misterio sublunar.
¡Oh dioses, que no hable!
¡Con la venda más fuerte
Que tengáis en las
manos, su acento sofocad!
¡Y si es preciso, el
manto de piedra de la muerte
Para formar la venda
de su boca, rasgad!
Yo no quiero que
hable. Yo no quiero que hable.
Sobre el silencio
éste, ¡qué ofensa la palabra!
¡Oh lengua de ceniza!
Oh ¡lengua miserable.
No intentes que ahora
el sello de mis labios te abra!
Bajo la luna-cobre,
taciturnos amantes,
Con los ojos gimamos,
con los ojos hablemos.
Serán nuestras
pupilas dos lenguas de diamantes
Movidas por la magia
de diálogos supremos.
Aplicando recursos
poéticos
Para eso vamos a leer cuatro poemas de distintos autores
argentinos, reconocidos en el siglo XX, momento en el cual todos fueron
partícipes de una nueva cosmovisión en la historia de la literatura argentina:
Enrique Molina
Adiós
Un día más, sólo un
minuto más, para estar vivo
y despedirme de
cuanto amé.
Para decir adiós a
las cosas que vi y toqué mientras moría
desde el instante
mismo en que nací.
Y vino el niño con el
premio que sacó en el colegio por su
sabiduría,
y el ala de la
gaviota golpeando en lo infinito con su vuelo,
vino la cabellera
derramada y el rostro de la misteriosa
mujer que estuvo a mi
lado, en el lecho, sin que yo lo supiera,
y el río con su lenta
corriente musculosa
a través de cada
mueble, cada objeto y cada gesto
de quien me ve parir,
¡oh Dios mío!
Un instante más aún
en el suelo que pisé,
en el aire de mi
respiración
sofocada por el amor,
en los vestigios de la pasión,
con cuanto -mosca o
sol- me deslumbró en este extraño
planeta, donde
perdure año tras año, presintiendo
este límite de
espumas, este revuelto torbellino
de la despedida, yo,
que tanto fui deslumbrado
por centelleante
atracción de la tierra,
por cuanto fue
caricia o solamente un espejismo del mundo
es mi destino.
Así, pues,
despidiéndome de los caballos, de la canoa,
los pájaros, el gato
y sus costumbres. Déjame
una vez más mirar las
flores y la lluvia. Es éste
el trágico instante
en que uno descubre
el delirio misterioso
de las cosas, sus raíces secretas,
el instante supremo
de decir adiós.
a cuanto se adoró en
esta vida.
Alejandra Pizarnik
La enamorada
esta lúgubre manía de vivir
esta recóndita humorada de vivir
te arrastra alejandra no lo niegues.
hoy te miraste en el espejo
y te fue triste estabas sola
la luz rugía el aire cantaba
pero tu amado no volvió
enviarás mensajes sonreirás
tremolarás tus manos así volverá
tu amado tan amado
oyes la demente sirena que lo robó
el barco con barbas de espuma
donde murieron las risas
recuerdas el último abrazo
oh nada de angustias
ríe en el pañuelo llora a carcajadas
pero cierra las puertas de tu rostro
para que no digan luego
que aquella mujer enamorada fuiste tú
te remuerden los días
te culpan las noches
te duele la vida tanto tanto
desesperada ¿adónde vas?
desesperada ¡nada más!
Octavio Paz
Olvido
Cierra los ojos y a
oscuras piérdete
bajo el follaje rojo
de tus párpados.
Húndete en esas
espirales
del sonido que zumba
y cae
y suena allí, remoto,
hacia el sitio del
tímpano,
como una catarata
ensordecida.
Hunde tu ser a
oscuras,
anégate la piel,
y más, en tus
entrañas;
que te deslumbre y
ciegue
el hueso, lívida
centella,
y entre simas y
golfos de tiniebla
abra su azul penacho
al fuego fatuo.
En esa sombra líquida
del sueño
moja tu desnudez;
abandona tu forma,
espuma
que no sabe quien
dejó en la orilla;
piérdete en ti,
infinita,
en tu infinito ser,
ser que se pierde en
otro mar:
olvídate y olvídame.
En ese olvido sin
edad ni fondo,
labios, besos, amor,
todo renace:
las estrellas son hijas
de la noche.
Mario Benedetti
La culpa es de uno
Quiza fue una
hecatombe de esperanzas
un derrumbe de algun
modo previsto
ah pero mi tristeza
solo tuvo un sentido
todas mis intuiciones
se asomaron
para verme sufrir
y por cierto me
vieron
hasta aqui habia
hecho y rehecho
mis trayectos contigo
hasta aqui habia
apostado
a inventar la verdad
pero vos encontraste
la manera
una manera tierna
y a la vez implacable
de desahuciar mi amor
con un solo
pronostico lo quitaste
de los suburbios de
tu vida posible
lo envolviste en
nostalgias
lo cargaste por
cuadras y cuadras
y despacito
sin que el aire
nocturno lo advirtiera
ahi nomas lo dejaste
a solas con su suerte
que no es mucha
creo que tenes razon
la culpa es de uno
cuando no enamora
y no de los pretextos
ni del tiempo
hace mucho muchisimo
que yo no me
enfrentaba
como anoche al espejo
y fue implacable como
vos
mas no fue tierno
ahora estoy solo
francamente
solo
siempre cuesta un
poquito
empezar a sentirse
desgraciado
antes de regresar
a mis lobregos
cuarteles de invierno
con los ojos bien
secos
por si acaso
miro como te vas
adentrando en la niebla
y empiezo a
recordarte.
Ruptura y experimentación en la
narrativa del siglo XX
La narrativa latinoamericana del siglo
XX rompe con las formas de la tradicional que se venían dando hasta entonces.
La innovación de ruptura y experimentación con nuevas formas no ha sido casual:
viene de la mano de un cambio en la concepción sobre el hombre, el mundo y la
realidad.
Una de las marcas centrales del siglo
XX es la idea de que la realidad no es
una ni objetiva, sino que es una
construcción a partir de los puntos de vista de sus
participantes-observadores, concepción que conlleva a una superioridad del
lenguaje y su capacidad para construir realidades. De esta manera, los hechos
“científicamente comprobables” y “objetivos”, se desplazan dejando su lugar al
lenguaje y los discursos que dan entidad a ciertos hechos. A partir de este
cambio, el tema de la construcción y la búsqueda
del sentido, el poder del discurso para crear realidad se tornan los grandes ejes de este siglo.
Este cambio trae como correlato
literario la experimentación con las voces narrativas. Múltiples puntos de vista, y ya no uno y objetivo, construyen los
relatos. Surgen los procedimientos de la focalización (punto de vista desde
donde se cuenta algo) y de la polifonía (multiplicidad de voces), los distintos
tipos de narradores.
Se suma también otro cambio en la
concepción del hombre respecto de su realidad: los sujetos ya no son pasivos observadores del mundo; estos
intervienen en él interpretándolo, formándolo a partir de la manera en que
aportan su propia subjetividad. De esta manera, los lectores tampoco seguirán
siendo simples observadores, sino que interactúan activamente con la obra, y de
alguna manera, también la interpretan y la construyen, como lo hacen con la
realidad que los rodea.
A la figura del lector activo y del
uso de la polifonía se suma la técnica del monólogo
interior. El hombre moderno en su complejidad y a partir del aporte de la
psicología, da lugar para repensar la construcción de los personajes, que
dejarán de ser simples para tener una enorme cantidad de matices y de perfiles
psicológicos que se manifiestan en el fluir de la conciencia de sus voces
narrativas, es decir, mediante la técnica del monólogo interior que permite al
lector saber qué pasa en ese mundo cambiante y reflexivo, afectado de emociones
que es la interioridad del personaje, su propio pensamiento.
También la utilización de géneros menores, despreciados por la “alta
literatura” se insertan dentro las obras. Noticias periodísticas, cartas, actas
judiciales, denuncias policiales, publicidades y hasta dibujos introducen al
discurso popular dentro de la narrativa. Tal es el caso, por ejemplo, de la
novela “Guía de pecadores” (1972) de Gudiño Kieffer, que trabaja la
reformulación de la picaresca desde la perspectiva porteña, intercalando entre
las aventuras de sus personajes marginales todo tipo de géneros menores que nos
presentan una mirada más y distinta acerca de los mismos hechos que narran los
personajes a partir de sus propias voces.
Otro rasgo de la inclusión de lo
popular se da en la imitación del habla
de las clases populares o de grupos sociales determinados, como por
ejemplo, personajes cuyos monólogos o escritos abundan en faltas de ortografía,
como el caso de Juan Carlos en “Boquitas pintadas” (1969), o el uso de una
jerga propia del picaresco por parte de los jóvenes protagonistas en “El
juguete rabioso” (1926), de Roberto Arlt.
También cambia, a partir de nuevos
descubrimientos científicos de la física, la concepción del tiempo y el
espacio. El hombre del siglo XX entiende que ambas categorías no son
necesariamente el tiempo lineal y objetivo en correlato con el espacio, como se
consideraba hasta entonces, sino que da paso a la idea de multiplicidad de temporalidades, tiempos paralelos, la ruptura de
la linealidad a partir de la intrusión de atemporalidades o tiempos circulares
o de concepción mágica, e incluso superposición de espacios o alteración del
correlato de ambas categorías. Como Alejo Carpentier en “Viaje a la semilla”
(1944), donde en un tiempo lineal irrumpe un tiempo maravilloso en que la
concepción lineal se invierte y transcurre desde la muerte hacia la vida.
Nueva concepción de la realidad, centralidad
del lenguaje, nuevas nociones de tiempo y espacio, un sujeto activo respecto
del mundo e irrupción de lo popular en la literatura canónica son algunos de
los cambios del siglo XX que propician la ruptura con las viejas estructuras y
la búsqueda de nuevas formas de expresión que llevarán al nacimiento de
singulares y originales propuestas en la narrativa latinoamericana.
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